La diferencia entre el praliné y el ganache

La diferencia entre el praliné y el ganache

El mundo de la pastelería está lleno de sabores y técnicas diferentes. Entre los más populares están el praliné y el ganache. Estos dos manjares se utilizan a menudo para adornar y decorar una gran variedad de postres y dulces, pero ¿cuáles son sus diferencias? En este artículo veremos su composición, textura y características principales para ayudarle a distinguirlos.

Composición del praliné y la ganache

La principal diferencia entre los pralinés y los ganaches radica en su composición. Para prepararlos, necesita los siguientes ingredientes:

Ingredientes del praliné

  • Frutos de cáscara (almendras, avellanas, etc.)
  • Azúcar

Ingredientes para la ganache

  • Chocolate
  • Crema líquida
  • Mantequilla (opcional)

El praliné se elabora con frutos secos, mientras que el ganache se basa en chocolate mezclado con nata líquida. Los dos dulces también se elaboran de forma diferente:

Praliné: un método de preparación único

Para hacer el praliné, primero se tuestan los frutos secos para darles más sabor. A continuación, se mezclan con azúcar cocido en forma de caramelo. A continuación, la mezcla se tritura finamente y se enfría antes de utilizarla en diversos pasteles.

Variación: praliné

A veces llamado praliné (del que es una de las bases), el pralin es una mezcla de avellanas o almendras trituradas recubiertas de azúcar caramelizado cocido, sin mezclar. Puede consumirse solo o utilizarse para elaborar diversos postres gourmet.

El periodo de reposo es esencial para el ganache

Para preparar la ganache, comience por calentar la nata líquida y, a continuación, añada el chocolate troceado. A continuación, añadir la mantequilla, si se desea. La textura resultante debe dejarse reposar durante varias horas hasta que alcance la consistencia deseada antes de trabajarla.

Distinción de texturas: fusión frente a crujido

Otra diferencia notable entre el praliné y el ganache es su textura única.

Derretirse de placer con la ganache

El ganache tiene una textura suave y fundente que resulta perfecta para rellenar trufas, rellenar macarrones, cubrir cake pops o realzar entremeses. El uso de chocolate blanco, negro o con leche también permite jugar con diferentes sabores, para deleitar a todas las papilas gustativas.

Disfruta del crujido del praliné

En cambio, el praliné tiene una textura crujiente y golosa, que aporta un toque crujiente a los postres a los que se añade. Dependiendo de la finura con la que se mezcle, se puede encontrar en forma de pasta suave y flexible, ideal para rellenar pasteles choux o eclairs, o como mezcla granulada para incorporar a pasteles, galletas e incluso helados.

Praliné y ganache: dos delicias complementarias

En resumen, tanto el praliné como el ganache pueden utilizarse en pastelería para adornar y decorar diversas preparaciones dulces, pero son fundamentalmente diferentes:

  • El praliné se elabora con frutos secos tostados mezclados con azúcar caramelizado para darles una textura crujiente;
  • El ganache es una mezcla de chocolate y nata líquida, de textura suave y fundente.

Estas dos delicias encontrarán naturalmente su lugar en todo tipo de recetas gourmet y satisfarán los antojos de todos. Tanto si le gustan los dulces que se derriten en la boca como las delicias crujientes, no dude en añadir praliné y ganache a sus postres favoritos para darles un toque excepcional.

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